Es el punto más importante y fortificado de todo el cinturón de fortificación. Se utilizaba como extrema defensa de la comunidad y, por esto, estaba aislado también en el interior por una fosa ingeniosamente conectada con las externas. Tenía, además, un sistema de 5 puertas, tres hacia el exterior y dos hacia el interior, caracterizadas por puentes levadizos y puertas metálicas. Mayor que las otras puertas, en el complejo estaba la Casa del Capitán, un local para las guarniciones, los almacenes, el pozo, el horno y otros servicios. El otro torreón, la torre del homenaje, con sus 30 metros de altura, todavía hoy ofrece una maravillosa vista a los alrededores. Hacia la parte interna del pueblo, la pared de torreón conserva un fresco que representa el carro de los Carrareses y el blasón de Padua.
Dentro de la fortaleza está la Casa del Capitán, objeto de importantes trabajos de restructuración que permitieron el hallazgo de frescos que se remontan al periodo de los Carrareses, de los Malatesta, de los Sanseverino y de los Borromeos. Se puede visitar la sala pintada a fresco en la cual han sido recreadas ambientaciones de la vida cotidiana del tiempo. Hoy es la sede de la Oficina IAT y es la entrada del camino de ronda.